El fabricante británico de automóviles deportivos TVR tiene una curiosa historia marcada por repetidos intentos de resurrección y frecuentes fracasos. Después de décadas de inactividad, la marca icónica parecía preparada para regresar a mediados de la década de 2010 bajo la dirección del empresario Les Edgar. Sin embargo, ese esfuerzo finalmente fracasó hace menos de una década. Ahora, otra empresa ha intervenido con planes ambiciosos: Charge Holdings, ya conocida por su trabajo de restauración eléctrica de los Ford Mustang clásicos.
Según se informa, Charge Holdings, la misma entidad detrás del proyecto electrizante Charge Cars, se hará cargo del nombre y el legado de TVR. ¿Su visión? Para revivir el sorprendente concepto Griffith: un automóvil deportivo de baja altura y de inspiración retro presentado originalmente en 2017 con un rugiente motor V8 de 5.0 litros que genera 500 caballos de fuerza.
Sin embargo, Charge Holdings tiene la intención de tomar una ruta decididamente diferente al plan original. El Griffith resucitado abandonará el V8 devorador de gasolina y en su lugar adoptará la electrificación como su fuerza motriz. Este cambio se alinea perfectamente con la experiencia principal de Charge Cars: dar nueva vida a los automóviles clásicos y modernizarlos con sistemas de propulsión eléctricos de última generación.
A pesar de este cambio radical, una cosa queda clara: TVR está comprometida a mantener vivo al Griffith de alguna forma. Como afirmó el director general Paul Abercrombie, “TVR seguirá centrándose en ofrecer el nuevo Griffith a los clientes, continuando con su legado de coches deportivos de combustión interna de alto rendimiento”. Si bien esta declaración puede parecer inicialmente contradictoria dada la conversión eléctrica planificada, subraya el deseo de TVR de honrar su herencia y al mismo tiempo reconocer el panorama automotriz en evolución.
Aunque los detalles concretos sobre el Griffith electrificado permanecen en secreto por ahora, Charge Holdings asegura que se revelará más información a principios de 2024. Esta revelación tan esperada podría finalmente marcar un punto de inflexión para TVR: lanzar potencialmente la marca renacida a una nueva era de rendimiento eléctrico sin abandonar su ADN como proveedor de experiencias de conducción emocionantes.
