Los coches olvidados de la generación Z: el Trofeo Clio y el Toyota MR2

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Dos autos deportivos icónicos de principios de la década de 2000, el Renault Clio 182 Trophy y el Toyota MR2, están regresando como gangas asequibles para el conductor. El resurgimiento de estos vehículos pone de relieve un cambio en los precios de los automóviles modernos, donde incluso los autos deportivos de nivel básico ahora superan sus costos históricos.

Una explosión del pasado

El fotógrafo Jack Harrison y yo reunimos recientemente a estos antiguos contendientes de los concursos Britain’s Best Driver’s Car (BBDC), mostrando lo atractivos y divertidos que alguna vez fueron los autos sin los altos precios del mercado actual. Mi Clio Trophy 2005 ha sido completamente restaurado, mientras que el MR2 2004 de Jack ha recibido mejoras menores, incluido un escape Toyota Team Europe y una pegatina icónica de Autocar.

Antes y ahora: disparidad de precios

El contraste entre estos clásicos y los deportivos actuales es sorprendente. El Alpine A290 GTS, el modelo más barato del concurso BBDC de este año, tiene un precio inicial de más de £37.000. Tanto el Clio como el MR2 cuestan la mitad cuando son nuevos, y los precios actuales de los usados ​​siguen siendo sorprendentemente competitivos. El MR2 de Jack era sólo £200 más barato que la pintura del Porsche 911 GT3 ganador de este año.

Historia del BBDC: desempeño y juicio

El Trofeo Clio enfrentó una feroz competencia en 2005, terminando en el puesto 11 entre 19 autos, a sólo un punto del top 10. El periodista Matt Prior lo describió como “dispuesto y comunicativo… como el auto de un conductor, el que hay que vencer”. El MR2, que compitió hace 25 años, logró un impresionante sexto puesto entre 16 coches. Los jueces señalaron que “cuanto más lo conduzcas, más diversión podrás obtener”.

Por qué estos coches siguen siendo importantes

Ambos veredictos siguen siendo válidos hoy. El Clio ofrece retroalimentación constante a través de la dirección y los pedales, lo que lo hace ágil en carreteras rurales. El diseño del motor central, la dirección precisa y el veloz motor de 1.8 litros del MR2 brindan el mismo compromiso. Su atractivo duradero demuestra cómo la dinámica de conducción puede durar más que los precios inflados.

Estos coches no son sólo reliquias; Demuestran que el puro placer de conducir no requiere un presupuesto de seis cifras. El mercado moderno ha hecho subir los precios, pero estos clásicos nos recuerdan que los mejores coches para el conductor no siempre tienen que ser los más caros.