Los nuevos conductores carecen de conocimientos esenciales sobre propiedad de automóviles, según revela un estudio

21

Un estudio reciente indica que una proporción significativa de conductores recién autorizados no se sienten preparados para las realidades prácticas de la propiedad de un automóvil, que se extiende más allá de las habilidades viales para incluir el mantenimiento, el seguro y la conservación del vehículo. Los hallazgos plantean dudas sobre la amplitud de la educación vial actual y el potencial de accidentes evitables debido a la falta de conocimientos básicos sobre vehículos.

La brecha de confianza: más allá de las habilidades viales

Los datos del proveedor privado de matrículas Regtransfers revelan que, si bien la mayoría de los nuevos conductores se sienten seguros al volante, aproximadamente uno de cada diez (10%) admite carecer de conocimientos en áreas esenciales como seguros, servicio y mantenimiento de neumáticos. Más del 11% calificó su confianza por debajo del 50% cuando se les preguntó sobre las responsabilidades más amplias de propiedad de un automóvil, lo que sugiere una desconexión entre aprobar el examen de conducir y estar completamente preparado para ser propietario de un vehículo.

Esta brecha en el conocimiento no se debe simplemente a la conveniencia; tiene implicaciones de seguridad demostrables. La AA registró más de 620.000 fallas de neumáticos en 2024, con frenos defectuosos que contribuyeron a 750 víctimas y neumáticos desgastados que causaron 491. De manera alarmante, casi la mitad de los conductores no saben cómo verificar las fechas de fabricación de los neumáticos, lo que pone de relieve una falta generalizada de conocimiento básico sobre los vehículos.

Las deficiencias de la prueba: memoria versus comprensión

Mark Trimbee, director ejecutivo de Regtransfers, enfatiza que el cuidado básico del automóvil es tan fundamental como la competencia al conducir. Sin embargo, el sistema de pruebas actual prioriza la memorización sobre la comprensión práctica. La parte “muéstrame, cuéntame”, diseñada para evaluar el conocimiento sobre seguridad, a menudo se basa en recitar respuestas correctas en lugar de demostrar una comprensión genuina.

“Saber por qué se comprueba la profundidad de la banda de rodadura de los neumáticos o cómo responder a los frenos esponjosos es mucho más importante que simplemente responder una pregunta de prueba”, explica Trimbee. El sistema permite a las personas pasar con un conocimiento mínimo de los procedimientos de mantenimiento esenciales, lo que aumenta el riesgo de accidentes evitables.

Más allá de la seguridad: ansiedad por el combustible y elección del vehículo

La brecha de conocimiento se extiende más allá del mantenimiento mecánico. Una encuesta del Defensor del Pueblo del Motor de 2023 reveló que casi un tercio de los conductores jóvenes se sienten inseguros a la hora de elegir un vehículo o tipo de combustible. Más del 62% experimenta “ansiedad por repostar”, lo que demuestra malestar o incertidumbre al repostar. Estos problemas indican que la educación vial a menudo no logra dotar a los nuevos conductores de las habilidades más amplias necesarias para ser propietarios responsables de vehículos.

Responsabilidad compartida: ¿Quién debería educar a los nuevos conductores?

El estudio sugiere un consenso en que la educación debe ser compartida. Casi el 60% de los participantes cree que los profesores de conducción y los padres o tutores deberían enseñar conjuntamente los conocimientos esenciales sobre el mantenimiento del vehículo. Casi una cuarta parte (23%) aboga por incorporar estos temas en el propio examen de conducir.

Estadísticas de accidentes: el impacto en el mundo real

Los datos refuerzan la necesidad de mejorar la educación. Uno de cada tres conductores sufre un accidente al año de aprobar el examen, y uno de cada cinco incidentes ocurre dentro de los primeros seis meses. Estas estadísticas sugieren una correlación directa entre la inexperiencia, la falta de conocimiento del vehículo y un mayor riesgo de accidentes.

Conclusión

El estudio subraya una brecha crítica en la educación vial actual: si bien se enfatizan las habilidades viales, a menudo se pasan por alto los conocimientos esenciales sobre propiedad de automóviles. Fortalecer la educación a través de la responsabilidad compartida entre instructores, padres y posibles actualizaciones del plan de estudios podría mejorar significativamente la preparación de los conductores, reducir los accidentes y promover carreteras más seguras.